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January 15, 2019

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Defensora de los derechos de las mujeres en Centroamérica pasa la antorcha

El consejo de Marta María Blandón para jóvenes activistas: invertir esfuerzos en alianzas y nunca perder de vista quiénes son nuestros adversarios 

Después de décadas de incansable trabajo en toda Centroamérica, Marta María Blandón es reconocida ampliamente como defensora apasionada y sumamente eficiente de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en la región.   

“Marta María nunca tiene miedo de decir lo que piensa y pronunciarse ante injusticias, sin importar quiénes cometen las injusticias”, afirma Anu Kumar, Presidenta y Directora Ejecutiva de Ipas. “Nunca se da por vencida, ni siquiera ante obstáculos que intimidarían a otras personas. Siempre está planificando la próxima movida y continúa luchando por todo aquello en lo que cree”.  

Al final del año 2018, Blandón se jubiló de su cargo como directora de Ipas Centroamérica. Bajo su liderazgo desde 1991, el programa se ganó el respeto de diversos socios en toda la región por su innovadora construcción de puentes que ha ampliado el movimiento a favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.  

Aunque Centroamérica tiene algunas de las leyes sobre aborto más restrictivas del mundo —Nicaragua, El Salvador y Honduras sostienen la penalización absoluta del aborto— promotores del aborto seguro y legal en la región han creado amplias coaliciones vocales que incansablemente abogan por la despenalización del aborto y por medidas para ampliar el acceso a la anticoncepción, para prevenir la violencia sexual y para que las mujeres y niñas puedan ejercer su derecho a tomar sus propias decisiones reproductivas. Con Blandón al mando, Ipas Centroamérica ha sido actor clave en estos diversos esfuerzos de promoción y defensa (advocacy).  

Aunque Blandón emprenderá nuevas aventuras en el año 2019, afirma que definitivamente continuará su activismo. “Me voy a jubilar del trabajo de Ipas, pero no creo que de la militancia y el compromiso con los derechos de las mujeres”, dice ella. Aquí reflexiona sobre sus mayores orgullos profesionales durante casi tres décadas de servicio con Ipas, y también mira hacia el futuro y ofrece palabras de aliento para la próxima generación de activistas.   

©Benjamin Porter

En tu larga carrera con Ipas, ¿cuáles son tus mayores logros profesionales?  

Blandón: Considero que mi trabajo ha contribuido a salvar vidas, sin ser médica. [Blandón es psicóloga diplomada e inició su profesión brindando consejería a mujeres que enfrentaban pobreza, violencia y otras circunstancias difíciles.] Estoy segura de que nuestro trabajo por incluir contenido sobre la salud y los derechos sexuales y reproductivos en la capacitación de trabajadores de la salud ha mejorado la calidad de la atención que reciben las mujeres y la calidez que el personal de salud brinda a las mujeres con embarazos no intencionales y a aquéllas que han buscado abortos inseguros y tienen complicaciones.  

Hoy en día, Ipas es reconocida en Centroamérica como organización pionera en la protección del derecho de decidir de la mujer, y lo logramos por medio de sólidas alianzas con universidades, ministerios de salud, organizaciones de mujeres y de jóvenes, comunidades médicas, etc.  

¿Qué te ha motivado a hacer este trabajo difícil durante tantos años?  

Desde los inicios de mi carrera profesional, antes de Ipas, supe que quería dedicar mi vida a mejorar la vida de las mujeres. Fue muy gratificante para mí iniciar trabajo pionero a principios de los años 80, de grupos de autoayuda, en barrios populares, donde reuníamos a las mujeres para que compartieran buenas prácticas para navegar por la ruta crítica estatal para exigir justicia ante situaciones familiares difíciles, ex parejas violentas, y cómo construir un entorno seguro para ellas y sus hijos. Esta experiencia es la base de mi compromiso con la causa de la equidad de género.  

¿Cómo ves la situación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en Centroamérica hoy en día? 

Creo que hace falta mucho más trabajo. No hemos avanzado como deberíamos; tenemos Estados muy débiles y poco o nada comprometidos con los derechos sexuales y reproductivos. Suscriben acuerdos y convenios, pero los derechos sexuales y reproductivos no son prioridad ni en las políticas ni en los presupuestos de Estado. Y por supuesto que esto ha tenido como consecuencia en muchos casos retrocesos enormes en el ámbito legislativo, penalización del aborto en tres países de la región, penalización de la anticoncepción de emergencia en un país, índices vergonzosos de embarazos impuestos a niñas y adolescentes, falta de educación sexual en las escuelas, y la rutinaria violación de los derechos humanos fundamentales de las mujeres, como el derecho a la vida, a la salud y a vivir libres de violencia. Un gran peso del trabajo de defensa y promoción de los derechos sexuales y reproductivos ha recaído en la sociedad civil, y particularmente en las organizaciones de mujeres y feministas. Es necesario mayor inversión de la comunidad donante y de las organizaciones regionales e internacionales que trabajan en estos temas importantes.  

Como activista veterana en la región, ¿tienes unas palabras de sabiduría para la próxima generación de activistas feministas?  

Creo que no debemos perder de vista quiénes son nuestros adversarios para avanzar en la lucha por los derechos humanos. Hay que invertir esfuerzos en mejorar la cantidad y calidad de las alianzas, comprendiendo y respetando el rol y la importancia de cada actor u organización. Es un desafío y una responsabilidad tratar de alcanzar y atender las necesidades de las mujeres y niñas que más necesitan información y servicios de salud reproductiva. Es necesario seguir invirtiendo esfuerzos para reducir el estigma que sufren las mujeres que se enfrentan a la violencia, al aborto, o simplemente porque deciden vivir su vida al margen de los estereotipos patriarcales de cómo se deben comportar las mujeres. Necesitamos construir sociedades más empáticas y solidarias con la realidad que viven las mujeres en sus comunidades.  

Hace cinco años, compartiste tu deseo para las mujeres y niñas de Centroamérica (ver video arriba). ¿Añadírias algo a tu deseo hoy?  

Siguen siendo los mismos deseos, con sentimientos encontrados al reflexionar sobre todo el trabajo que hemos hecho en Ipas en la región. Por un lado, estoy orgullosa de lo que hemos hecho, pero triste de pensar cuánto falta por hacer todavía. Tengo la certeza de que si no hubiese organizaciones como Ipas, y gente comprometida con esta causa como ha sido el equipo de Ipas Centroamérica, la situación posiblemente sería menos alentadora. Confío en que cada día habrá más gente comprometida y dispuesta a colaborar con Ipas en su misión de salvar vidas al proporcionar servicios de aborto seguro y anticoncepción a mujeres y niñas. 

Gracias al liderazgo de Blandón, Ipas Centroamérica es una organización esencial y un socio respetado a nivel regional en el campo de la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Algunos de sus logros clave son:   Logros a celebrar 

 

  • Creación de un programa de atención postaborto para capacitar a prestadores de servicios en el tratamiento de las complicaciones del aborto inseguro. El programa se inició en Nicaragua a principios de la década de los 90 y luego se extendió a otros países de la región.  
  • Creación del Grupo Estratégico por la Despenalización del Aborto Terapéutico, próspera coalición de promoción y defensa del derecho al aborto que ha construido una amplia base de apoyo a favor de la despenalización del aborto en Nicaragua. La coalición reúne a una gran variedad de organizaciones y expertos de todo el país, tales como organizaciones defensoras de derechos humanos y comunitarias, organizaciones internacionales, grupos por los derechos de la infancia, grupos de mujeres, instituciones académicas, gineco-obstetras y otros prestadores de servicios de salud. 
  • Incansables campañas de promoción y defensa de la despenalización del aborto en la región, que incluyen estudios de investigación sobre el impacto dañino que ha tenido la penalización absoluta del aborto en la salud y la vida de las niñas y mujeres, cuyos resultados han sido difundidos ampliamente, y múltiples presentaciones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos acerca de este tema. 
  • Programas de capacitación para estudiantes de las ciencias de la salud —tales como futuros profesionales de medicina y enfermería— en salud y derechos sexuales y reproductivos y en servicios integrales de atención postaborto. Las capacitaciones procuran crear una fuerza laboral sanitaria con mayor calidez, que apoye el derecho de las mujeres a la autonomía reproductiva y que empodere a prestadores de servicios de salud como defensores del derecho al aborto. La unión medica por la salud y la vida de las mujeres, creada  recientemente en El Salvador, el cual ayudó a liderar una campaña para legalizar el aborto en ese país, es un ejemplo del impacto a largo plazo que han tenido esas capacitaciones. 
  • Fundación del Concurso Nacional Nicaragüense “Conchita Palacios”, concurso anual que otorga premios a periodistas, activistas y trabajadores de la salud comprometidos a defender la causa de los derechos sexuales y reproductivos. Hoy en día, este premio es una forma importante de reconocer la gran labor de promotores y defensores en diversos sectores de la sociedad. 

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